Luego de años de investigación descubrí que los poemas nacieron con los seres humanos. Dicen los más destacados entendidos, que nuestros ancestros sintieron la imperiosa necesidad de comunicar aquello que sentían, con ritmo, con pasión, con imágenes sonoras, con olores de colores, con sentimientos perpetuados en dibujos, y en sentimientos develados uno a uno. Estos estudios me llevaron al corazón del África, donde se inició toda la raza humana, allí encontré más que huellas de los primeros poemas, toda una serie de elementos que irremediablemente inspiran, así pude vivir de alguna manera lo que sintieron aquellos primeros poetas que se expresaron con canciones al golpe del tambor, los imagino sentados en las noches contemplando las estrellas luego de la diaria faena, de haber vencido los peligros para contar un día más en sus vidas, tranquilos bajo un árbol o tal vez cerca del calor de un fuego casi extinto y que antes había cocido la carne cazada con esfuerzo, los imagino mirando al universo cara a cara, sin pensar en el ayer ni el mañana, contemplando el cielo limpio y negro bañado por estrellas.
El año en que se hizo el primer poema no se tiene, pero muchos estiman que fue antes de que descubrieramos el fuego, no se sabe todavía de que hablaba, pero yo supongo, al igual que muchos otros, que hablaba del amor que un hombre y una mujer una vez vivieron.
